Sección MRW – CTC. ¡Se aplaza nuestra venta como carne humana!

¡Se aplaza nuestra venta como carne humana!

(Porque hay que exprimir un poquito más la rentabilidad del Primer Fondo Secundario, tal y como están  esperando los inversores de Portobello Capital…)

            Se lee en el periódico Expansión:

Portobello paraliza la venta de la empresa logística Grupo Uno CTC

            “La que iba a ser la próxima desinversión del fondo secundario de Portobello no será ni fácil ni rápida. Grupo Uno CTC era la participada señalada para protagonizar esa nueva venta del vehículo, pero la crisis en Cataluña y un planteamiento inicial erróneo han hecho que el proceso se atasque y no prospere.”

            http://www.expansion.com/empresas/2018/03/27/5ab9423dca4741273a8b4653.html

Grupo Uno CTC Externalización, para quién no sepa es la empresa cárnica que MRW ha contratado para subrogar una parte de la plantilla en su centro logístico de Coslada.

Las consecuencias de esto para los/as trabajadores/as han sido: despido colectivo a una parte de la plantilla (ERE) a coste barato; no aplicación del Convenio de Logística y Paquetería en MRW Logística, imposibilitando su denuncia individual; perdida de derechos sociales adquiridos a lo largo de los años y contrataciones más baratas con condiciones laborales cada vez más precarias.

Hay que dar las gracias a Grupo Uno CTC y a CCOO por su apoyo incondicional a MRW ayudando en  la degradación de nuestras condiciones laborales de por si ya bastante mermadas.

Así se consigue la rentabilidad de una empresa. Este es un ejemplo para que sirve esa rentabilidad. Para comprar masa de trabajo barata, precarizar aún más sus condiciones laborales y después venderla más caro de lo que han comprado, permitiendo a los inversores de fondos ganar dinero sin hacer un carajo. A la vez, nosotros/as, trabajadores/as tenemos que sacar trabajo por 2 o 3 personas más, a coste barato y bajo una presión inhumana.

Para solucionar la depresión que se nos viene encima, lo arreglan con los psicofármacos, tan convenientemente subvencionados por el Estado. La píldora mágica que todo lo solventa y hace felices a las clases privilegiadas al ser la excusa perfecta para que te sigan mandando a trabajar, a costa de tu salud. Así el problema es tuyo, no de la empresa que te lo provocó explotándote.

Para los empresarios tu enfermedad es un gasto prescindible y por eso la existencia de LAS MUTUAS. Así no tienen que asumir los gastos de la destrucción de nuestra integridad física por la presión y condiciones nefastas en que nos obligan a trabajar. Trabajas más, drogadicto, ganando menos y sin reclamar, y para terminar “te voy a vender más caro de lo que te he comprado”.

Vosotros inversores, sufragáis y mantenéis nuestra explotación. Sois cómplices del empeoramiento de las condiciones de trabajo de la clase obrera!! Sois cómplices de las muertes, clasificadas como suicidios y de otras más que no entran en las estadísticas de accidente laboral pero que SÍ lo son! Sois cómplices del cambio climático y de la extinción de especies por todo el mundo! Sois cómplices del futuro de mierda que dejaréis a las próximas  generaciones. ¡Vuestras manos están manchadas de sangre!

Esto es lo que somos las trabajadoras y trabajadores: inversiones para exprimir y luego especular para que los explotadores ganen más plusvalía.

Más información:

http://www.cadenadesuministro.es/noticias/portobello-capital-sondea-el-mercado-en-busca-de-ofertas-por-grupo-uno-ctc/

https://www.elindependiente.com/economia/2017/10/02/el-gigante-de-la-externalizacion-y-la-logistica-grupouno-ctc-en-venta-por-150-millones/

http://www.eleconomista.es/industria/noticias/8875097/01/18/Portobello-arranca-la-venta-de-Grupo-Uno-por-160-millones.html

Empresa cárnica: Eufemismo para las empresas multiservicios o empresas de externalización de servicios… Una cárnica es aquella empresa que se dedica a poner trabajadores/as a disposición de otras empresas, es decir, vende carne humana. No son más que un testa ferro laboral, presta su nombre para figurar como titular de un negocio pero nada más. Quien dará las ordenes y el lugar para trabajar será la empresa cliente. Será esta quién decidirá tus vacaciones, horarios, si echarte o sancionarte y quien en definitiva ejercerá el poder organizativo y disciplinario en tu relación laboral.

A la empresa contratante (el ‘cliente’) le sale más caro este trabajador ajeno que uno propio (tú en cambio a tu propia empresa le sales de lo más barato, como no podía ser de otra forma), pero sabe lo que está comprando: plena disponibilidad, sumisión, desprotección… Las consecuencias negativas de todo esto no son sólo para el trabajador externalizado, sino también para la propia plantilla de la empresa contratante a la que en la mayoría de las ocasiones poco a poco se va arrinconando y desintegrando ante el aterrizaje de gente que realiza el mismo trabajo bajo una condiciones mucho más beneficiosas para el empresario y precarias para el/la trabajador/a.

Inversores de fondos: Una acción es un título de propiedad, un papel que acredita a su poseedor como propietario de un porcentaje de una empresa. Las acciones empresariales se pueden comprar y vender, como cualquier otra mercancía. Los mercados más famosos de acciones son las bolsas, porque son públicas, pero hay muchos otros privados. Los inversores son personas (o empresas) que se dedican a la compra y venta de acciones en los mercados.

La ganancia de los inversores no está tanto en comprar barato y vender caro, aunque también. Su ganancia principal está en el reparto de dividendos, es decir, en el reparto de los beneficios generados por las empresas de las que tienen acciones. Muchos inversores ni siquiera compran acciones por sí mismos. Contratan a otras empresas, como Portobello Capital, para que les hagan la compra y les gestionen los dividendos. A veces, no saben ni de qué empresas tienen acciones. No han pisado jamás un centro de trabajo ni un despacho. Contratan a ejecutivos para que administren las empresas de las que tienen acciones con único objetivo: conseguir el mayor beneficio posible para repartírselo en forma de dividendos, a sabiendas de que este objetivo sólo puede conseguirse tratando a los/as trabajadores/as como recursos de los que hay que sacar el máximo rendimiento al menor coste. Para ellos somos menos que animales. Somos el ganado sacrificado del que se extrae la carne que se pone luego en venta en el mostrador. No hay parásitos más despreciables en toda la cadena de explotación capitalista que los inversores de fondos: No “administran” empresas, la mayoría ni siquiera se toma la molestia de comprarlas por sí mismos (contratan los servicios de intermediarios como Portobello Capital), pero se lucran como el que más a costa de las únicas que generamos riqueza en este mundo: nosotras, las trabajadoras.

 

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