Comunicado frente a los acontecimientos acaecidos en Cataluña en Octubre de 2017

Nuestro sindicato afirma, en coherencia con nuestro ideal anarquista y con la trayectoria de la CNT, que todos los movimientos políticos tienen un objetivo similar entre si y contrario a los intereses de la clase trabajadora. Así entendemos que ninguna lucha que persiga la creación de nuevos estados, o la perpetuación de los existentes es compatible con los objetivos anarcosindicalistas. Todos/as los/as que votaron y apoyaron la constitución de 1978, aceptando la monarquía parlamentaria como única oposición a la dictadura fascista, y renunciando a todas las aspiraciones revolucionarias de libertad que pudieran tener las clases trabajadoras, son responsables de este régimen continuista del dictador y de situar en lo más alto a un Borbón y a todos sus herederos/as.
Defendemos el derecho a decidir, sí, pero el derecho de todos los seres humanos a decidir cómo y dónde quieren vivir, sin que nadie pueda imponerles otras condiciones que las que él o ella libremenente decidan. El lema “votar para ser libres” es la mayor contradicción que podamos escuchar, pues nadie se hizo libre jamás a través del voto. ¿Acaso el referéndum preguntaba si las personas quieren vivir bajo un sistema de democracia parlamentaria? El derecho a decidir qué amo queremos que explote y dirija nuestras vidas no es un derecho ni conduce a ninguna libertad. La hipocresía nacionalista (española, catalana o de cualquier clase) es a la vez evidente y detestable.
¿Acaso van a otorgar ellos el “derecho a decidir” a cada regíon, cada pueblo, cada colectivo o cada persona? Claro que no, se reservan el derecho a coartar la libertad dónde ellos decidan.
Estamos contra todos los estados. Contra la existencia de un estado español, la creación de un estado palestino, kurdo, o catalán. El estado es el gran aliado de las clases propietarias, los que han robado para ellos la tierra, los medios de producción y los beneficios de nuestro trabajo. Su policía, sus leyes, sus jueces y sus ejércitos sirven a los intereses de los poderosos, y por eso todo estado es enemigo de la clase obrera.
Rechazamos toda violencia institucional ejercida contra el pueblo, y por lo tanto no podemos más que oponernos frontalmente a las agresiones cometidas por el estado español en los últimos días. Todo estado basa su existencia en el monopolio de la violencia. Solo se sostiene por la fuerza, sin ella rápidamente caería, Pero, al contrario de los nacionalistas, los/as anarquistas rechazamos toda violencia estatal, y no únicamente la que nos interesa. Es lamentable observar cómo la oligarquía catalana consigue que la gente corriente se enfrente a policía nacional y guardia civil mientras aplauden a los mossos d’esquadra. Parecen olvidar que la policía autonómica catalana ha ejercido la violencia en muchas ocasiones contra ese mismo pueblo cuando ha tenido que defender el orden constituido. Valgan como ejemplo las protestas del 15M, o las múltiples denuncias y sentencias por torturas a detenidos/as de ese mismo cuerpo represivo.
Hoy los dirigentes nacionalistas han sido listos/as al utilizar la violencia del estado español contra el referéndum como excusa para una huelga general apoyada por la izquierda y la derecha política y hasta por parte de la patronal catalana, y ganar así muchos más adeptos/as para su causa.
Una huelga instrumentalizada usando la pancarta de la represión cuando en realidad es un simplea poyo más al objetivo único de crear un estado. Perpetuar el poder con otra careta distinta para quelas riquezas no cambien de manos.
Nuestro sindicato considera positivo estar en la calle, luchar contra esas organizaciones terroristas que son los estados y contra sus asesinos y ejecutores, pero siempre que nuestra lucha se vea bien diferenciada de aquellos que quieren mantener el régimen de explotación, se llamen estosPP, CUP, o PdeCat. Siempre que la CNT dé su mensaje único de autogestión y libertad.
Una buena parte de los ciudadanos/as inocentes que defendieron las urnas del referéndum y fueron apaleados por la policía siguen defendiendo la democracia parlamentaria como único sistema posible, negando la emancipación a la clase obrera y promoviendo una movilización interclasista, en la que políticos, patrones, trabajadores/as y hasta curas se unen por una causa autoritaria, lo que provoca una división de la clase obrera alejándola del que debería ser su único objetivo: acabar con la explotación y repartir la riqueza.
Nuestro sindicato cree que la CNT no debe entrar en las disputas entre estados. Podremos luchar contra toda represión, combatir la violencia de los mercenarios del estado, pero ni un dedo moveremos para servir a los intereses de la burguesía y la clase política española o catalana.