[NUTRICIÓN Y GENES] DECLARADO NULO EL DESPIDO DE NUESTRA COMPAÑERA

El pasado 14 de mayo volvimos a organizar un piquete informativo frente a la clínica de Dolores Saavedra para demostrar que no desistimos de la lucha por los derechos laborales ni aunque nos amenacen de muerte e intenten hacernos daño con armas blancas, por un lado, y para volver a pedir la readmisión de nuestra compañera, por otro. Nos dedicamos a informar al barrio de la situación de vulneración de derechos laborales y a denunciar los procederes nada legales ni éticos que la clínica Nutrición y Genes está llevando a cabo. Esta vez, ninguno de los socios de la empresa vino a enfrentarse a nosotros, no sabemos si porque por fin se arrepienten de sus procederes previos o porque ya veían cerca su derrota.

Días después acudimos al juicio del despido como testigos y apoyo a nuestra compañera. Antes de entrar, la empresa, la secretaria judicial y el juez trataron de disuadir a nuestra compañera de seguir adelante con el juicio e intentar pactar una cantidad a cambio de la cual finalizar la relación laboral; los tres argumentaban que en el mejor de los casos, si la trabajadora ganaba el juicio, la situación de la readmisión seguramente no sería cómoda para ambas partes. Sin embargo, nuestra compañera rechazó esa opción alegando que la vulneración de derechos laborales no debe quedar impune y que ella, como ha pedido durante todo el conflicto, quería seguir trabajando en la clínica en condiciones dignas.

Finalmente el juicio se celebró y una semana después se emitió la sentencia. El despido disciplinario se declaró nulo por haberse vulnerado el derecho fundamental a la libertad sindical, siendo ella la delegada de la sección sindical de CNT – AIT en Nutrición y Genes, y a la tutela judicial efectiva en su vertiente de indemnidad, por haber puesto demanda por el primer despido y por la reducción de jornada en el mes de enero. Por todo ello, se condenó a la empresa a reincorporar a nuestra compañera abonándole los salarios desde la fecha del despido y a indemnizarla con 12000€ por haberse demostrado vulneración de derechos fundamentales.

Con lo cual y después de cuatro meses despedida y otros tantos de reclamaciones previas, al fin nuestra compañera recuperará su puesto de trabajo. Esperamos que Dolores Saavedra haya aprendido que a las trabajadoras no se les trata así y que aunque en la clínica ella intente aislarlas, fuera tienen muy buen respaldo, apoyo y asesoramiento.

La fuerza de la obrera, la solidaridad.