Se repartió el panfleto entre la clientela, les paseantes, los comercios cercanos… Señoras mayores, jóvenes, hasta niñas y niños que hacían cola para dejarse sus dineros en las manos de los empresarios agresores y machistas de El Urogallo se solidarizaron con las compañeras y el sindicato… incluso algún trabajador que pasaba le plantó cara bravamente al cliente fachita que pretendía agredirnos (el de rojo) Trabajadores de los comercios de los alrededores, que ya han oído hablar de éstos personajes y cómo se las gastan con las trabajadoras, se hicieron eco de la protesta.
A pesar de la hostilidad que mostró la dirección del restaurante y algún comensal, pudimos denunciar ante sus mismas puertas y terrazas la situación insostenible a la que se enfrenta nuestra compañera como trabajadora de este local, día a día, y de la que no es ajena ninguna trabajadora del restaurante.
Sí percibimos el interés y solidaridad por parte de los transeúntes del parque que también mostraron indignación ante el conflicto, ya que por desgracia, tod@s hemos sufrido situaciones de similar carácter, o conocemos familiares , amig@s y compañer@s que han padecido este tipo de prácticas abusivas.
No cejaremos en nuestro empeño. La compañera será resarcida y los miserables que la han hecho sufrir cobardemente se van a enterar de lo que es meterse con una afiliada de la CNT-AIT.
¡Abajo el patriarcado y los machistas y abusadores que se amparan en él!
¡Ni acoso laboral ni agresiones machistas!
¡Restituiremos los derechos de nuestra compañera!
¡El Urogallo de la Casa de Campo, maltratadores machistas!
¡No consumas en ese antro!