Boicot Tattoo Center, Montera Tattoo y Rastattoo S.L. – Apertura de conflicto

Cartel conflictoDesde el S.O.V. de Madrid iniciamos este conflicto en solidaridad con nuestra compañera Silvia. Decir que tras estos nombres no se encuentra un pequeño negocio montado por artistas del tatuaje sino de una cadena perteneciente a un vasto tejido empresarial, cuyos propietarios no pertenecen al mundo del arte y que somete a sus trabajadorxs (tatuadores, piercers y peluqueras) a jornadas interminables de 12 horas, fomentando prácticas irregulares, cómo es la contratación de Falsos Autónomos e ilegales, cómo el pago en negro a su plantilla. Está cadena funciona mediante el chantaje emocional a sus trabajadorxs y el miedo y la coacción cuando este no es suficiente. Como así lo vivió en primera persona nuestra compañera durante once meses.

Contratada por la cadena como tatuadora profesional, tuvo que vivir el acoso machista infligido por otros dos tatuadores, con una amplia antigüedad en la empresa. Durante este tiempo la compañera tuvo que soportar que estos dos individuos la intentaran quitar los clientes que la correspondían por turno, la apodaran “La Rata”, la cantaran canciones hirientes relativas a su apodo como Rata, recibir empujones y golpes con una puerta abatible por parte de uno de los acosadores, ser chistada imitando un reclamo para animales en la calle cuando está se dirigía a su centro de trabajo, oir como los acosadores comentaban a clientes que no sabÍa tatuar y que era fea, gorda y chaparra y pusieran de manifiesto públicamente que ella estaba allí por su condición de mujer y porque hacía de bonito, pero que ni era tatuadora ni era nada….( En el momento de entrar la compañera a trabajar era la única mujer en la plantilla de tatuadores y en la actualidad no hay ninguna en Tattoo Center).

La compañera decidió poner en conocimiento de la empresa el acoso al que estaba siendo sometida, recibiendo por parte de ella una respuesta evasiva de justificación de lo sucedido, escudando a los dos acosadores y justificando su negativa a cualquier tipo de actuación, en el dinero que ingresa para la empresa uno de ellos. La compañera lejos de amedrentarse continuó denunciando el acoso que se hacía cada vez más agresivo, tanto a la encargada de tienda como al encargado del propio estudio y poniendo de manifiesto lo que estaba sucediendo entre sus compañerxs. La respuesta de la empresa es inmediata y se traduce en castigarla con una reducción de la jornada laboral (práctica ilegal que vulnera el estatuto de los trabajadores), forzándola así a la precariedad y a la renuncia voluntaria a su puesto de trabajo. Tras continuar defendiendo su jornada laboral y seguir denunciando la situación de acoso, la compañera finalmente es despedida (despido improcedente).

Pedimos la solidaridad de la militancia para llevar a cabo las acciones directas necesarias para visibilizar este conflicto a la clase trabajadora, dejando claro que colaborar económicamente con esta cadena de estudios de tatuaje es sinónimo de abuso laboral y explotación, y exigiendo la readmisión de la compañera despedida.

¡SI TOCAN A UN@ NOS TOCAN A TOD@S!!